La mama tuberosa es también conocida como mama tubular, caprina, constricta etc. Se caracteriza por presentar unas bandas de constricción en el polo inferior de la misma, que dificultan el desarrollo normal de la mama, alterando su forma, confiriéndolas un aspecto tubular. Pueden ir acompañadas de hipoplasia o hipertrofia y en muchos casos van asociados a asimetría con el seno contralateral. En general se caracterizan por presentar un menor desarrollo del polo inferior de la mama, con disminución del tamaño del surco submamario e hipertrofia areolar con herniación glandular retroareolar.
¿En qué consiste la intervención?
La mama tuberosa se trata de una mama compleja que exige técnicas específicas para su corrección. Es fundamental un estudio personalizado, para adaptar la técnica a cada paciente y explicar con honestidad los objetivos , alternativas y limitaciones de cada una de ellas. Se trata de intervenciones que se realizan bajo anestesia general con un ingreso aproximado de un día, la duración de la intervención puede ser variable pero suele oscilar entre 1 y 3 horas.
¿Cómo son las cicatrices?
Toda intervención sobre una mama requiere unas incisiones que dejarán una cicatriz. Dada la gran variedad de técnicas existentes, éstas dependerán de la que utilicemos, siendo por tanto difícil generalizar. Lo más frecuente, es la cicatriz periareolar, aunque como digo, hay que tratar cada caso de forma individual.
¿Cómo es el postoperatorio?
Dependerá de la técnica utilizada, pero suele ser parecido al de otras intervenciones mamarias. Generalmente pueden incorporarse a su trabajo en una semana, aunque es aconsejable evitar levantar pesos durante el primer mes.